Aceptar el paso de los años y reflejar esa madurez adquirida, a través de la apariencia es una operación que todos sabemos hacer. Todos con la excepción de Robbie Williams... Aquel hombre que durante dos décadas fue inspiración para los más rebeldes, hoy está muy lejos de serlo. Y así lo demostró en el última gran gala de Cannes.
Se trata de la mega fiesta de Chopard de Cannes cuando todos los asistentes, vestidos de terno y corbata, fueron opacados por la oxigenada cresta de gallo con la que llegó el cantante. Está bien tener 20 ó 30 años y no esconder tu irreverencia y actitud provocadora ante los medios, pero a los 40 eso ya no se bien. Y no porque a esa edad hay que dejar de ser divertido, sino porque podrías verte rídiculo.
Si no crees esto último tienes que ver las imágenes de más abajo y preguntarte ¿Qué es eso? Y eso no es todo, porque su look en general no fue acertivo en lo absoluto.
Partamos. La americana con bordados de terciopelo más un pantalón con una línea lateral, no se vieron para nada bien. Aunque el dolor a la vista hubiese sido menos sin ese adorno amarillo que quiso combinar con un esmoquin extravagante y peculiar. De todas formas agradecemos Robbie por existir, ya que el material que nos da es siempre digno de comentario.
Ganymede Myth