¿Alguna vez has leído algún autor dominicano? Quizás no, debido a que el gran canon latinoamericano incluye a un par de autores argentinos, un colombiano y un peruano; que somos invitados constantemente a leer. ¿Adivina cuáles son? Claro, los renombrados Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa. Pero esos ya son otros tiempos, el canon es tan efímero como las fronteras y los gobiernos. Algunos pasan al registro histórico de lo que alguna vez fue considerado un imponderable. Otros se mantienen en las aulas, las bibliotecas y las librerías.
Y por más que otros lo han intentado, satanizar el canon tampoco es una práctica favorable para la literatura, así que no debemos prohibirnos leer Tlon Uqbar Orbis Tertius; El perseguidor; La increíble y triste historia de la cándida Erendira y su abuela desalmada; o quizás Los cachorros. Otra empresa que podemos realizar es adentrarnos en esa selva que llamamos canon y descubrir que no es para todos el mismo, ni mucho menos y que el ejercicio de probar la vegetación desconocida puede ser una grata sorpresa – aunque hay algunos que llegan a envenenar y causar indigestión. Pero siempre fuera de ese canon, que puede ser una camisa de fuerza o una entrada guiada a las literaturas, existen obras y narraciones de calidad reactiva y envolvente que ha veces por no indagar un poquito más nos perdemos de probar. Y como gran botón de muestra le proponemos descubrir junto a nosotros a Junot Díaz, autor dominicano que podrá agregar a su mapa literario.
Oscar ¡¿Quién?!
El primer avance exploratorio de esté autor es su premiado libro La breve y maravillosa vida de Óscar Wao, así como nos adelanta va de un gordinflón – tal como aparece en la contraportada – que lucha por evadir el Fukú, que vendría a ser una suerte de mal de ojo que ha afectado a toda su familia por varias generaciones. Su obra fue escrita en inglés, una mezcla interesante del caribe migrante, una literatura que ya dejo de ser emergente para instalarse fuertemente en la gran comunidad latina de Estados Unidos, lugar de residencia del autor. Entonces, tenemos a esté Óscar viviendo una maravillosa y peligrosa vida en el New Yersey como migrante, junto a algunos familiares, atraviesa la universidad con más penas que Glorias y lucha contra el destino – casi una tragedia caribeña – para lograr alcanzar el amor de la mujer que lo hace levantarse en las mañanas. Una crónica de la migración, del la cultura caribeña y del amor, no nos olvidemos del amor.
Dato hilarante es el porqué del nombre del protagonista, dice el mito urbano que mientras estaba de fiestas con amigos, en alguna conversación literaria, Junot nombra a un autor conocido – de esté canon imperialista y del otro canon inglés – Oscar Wao, ¿No le suena? Quizás le suene el libro La importancia de llamarse Ernesto, ¿Y ahora? Si ya se dio cuenta, el rítmico acento dominicano de Junot transformaba ese Wilde en un Wao, y entre risas de sus amigos, estaría bautizando – azarosamente - así a su personaje más querido y galardonado.
Esta obra fue premiada con el Massachusetts Book Awards Fiction Award 2007, Premio del Círculo de Críticos Nacional del Libro 2007, Premio Pulitzer 2008 por La maravillosa vida breve de Óscar Wao, Premio John Sargent Sr. First Novel 2008, Anisfield-Wolf Book Awards 2008, Dayton Literary Peace Prize for Fiction 2008, Premio Hurston-Wright Legacy 2008. Y no es que los galardones hablen del escritor, pero lo que nos queda claro fue que en un breve tiempo, su primer libro ha maravillado a la crítica.
Dos vueltas más
Este es un autor de los que dan ganas de seguir la pista y a diferencia de Roberto Bolaño, podemos esperar a que sigan saliendo obras en vida y ya disponernos a esperar ansiosos – tal cual esperamos la temporada de Sense8 – que nos siga sorprendiendo con más narración contemporánea.
Negocios: La juventud, esa etapa que todos sobrevivimos de una u otra forma – y quizás los más esperanzados sigan viviendola -, incita los 10 relatos de la calle, las violencias y los amoríos tan similares entre República Dominicana, New Yersey y New York, pero dispares en su experiencia humana. La propuesta podría ser una fotografía de la situación actual de las sociedades frente a esos nuevos seres humanos que se nos van uniendo a este mundo.
Así es como la pierdes: El Eros en manos de las mujeres – ese asunto que nos lleva sin cuidado, pero vive en nuestras mentes -, no confunda con novela rosa, porque tenemos a un macho caribeño llorando las penas en el bar de la esquina, mientra nos cuenta entre lágrimas los avatares del amor, el sufrimiento, las herencias familiares y la soledad. Porque asumamos esto, la soledad es otro gran tema, quizás la verdadera antagonista del amor.
Hacete hombre, lee
En esta reseña de autor, nos atrevimos a apostar – con ciertas bases seguras – por un escritor actual, que esperamos sorprenda a muchos, porque ya estamos esperando que nos cuenten que les pareció la lectura de sus obras, en especial de La breve y maravillosa vida de Óscar Wao, por lo mismo les dejamos un fragmento inicial:
“Nuestro héroe no era uno de esos dominicanos de quienes todo el mundo andaba hablando, no era ningún jonronero ni bachetero fly, ni un playboy con un millón de conquistas. Y salvo en una época temprana de su vida, nunca tuvo mucha suerte con las jevas (qué poco dominicano de su parte). Entonces tenía siete años. En esos días benditos de su juventud. Óscar, nuestro Héroe, era medio casanova. Era uno de esos niñitos enamoradizos que andan siempre tratando de besar a las niñas, de pegárseles por detrás en los merengues y bombearlas con la pelvis; fue el primer negrito que aprendió ‘el perrito’ y lo bailaba a la primera oportunidad.”
Y ya sabe, hágase hombre de una vez, entre a una biblioteca, librería o encargue por la web un libro y comience a leer.