El gris no es un color, es un tono, es acromático y lo asociamos temporada tras temporada al frío, y a las condiciones de mal tiempo, como la niebla, lluvia o las nubes densas y sombrías. Comprende toda la escala de tonos entre el blanco & negro y se ha definido como discreto y aburrido al vestirlo.
Este otoño invierno nos invita a olvidarnos de todos estos prejuicios, plantando al gris como la revelación del año. Este tono lleno de matices: cálidos o fríos, intensos o suaves, claros u obscuros, brillantes o mates, combinan muy bien con los colores vibrantes y es un excelente aliado del blanco y negro y de las telas texturadas. Tanto en las pasarelas como en las calles, ha resurgido como sinónimo de elegancia y sofisticación.
Siendo uno de los tonos más usado en las pasadas semanas de la moda, en donde diseñadores como Michael Kors o Alexander Wang crearon colecciones monocromáticas, otorgando vital importancia a la mixtura de volúmenes y texturas para enfatizar y realzar el uso de esta escala en sus colecciones.
Jaz