No lo habíamos comentado, pero la partida Man Men nos dejó con la triste sensación de perder a un amigo. Fueron siete temporada y desde que supimos que la recién terminada sería la última, los fanáticos la lloramos y no dejamos de ocultar la tristeza por cuanto medio se nos apareciera. "El fin de una era", eso dijo la mayoría. Y es que sin exagerar, eso fue.
Todas esas lecciones que nos dejó (qué fueron más allá del impecable estilo vintage). La elegancia de Don Draper con su cigarro en la mano derecha y de fondo el gran telón de Nueva York, las oficinas del Madison Avenue, los vasos con whiskey y todas esas hermosas mujeres. Una lástima, pero ese recuerdo será guardado en el baúl del pasado que conservamos en nuestra mente.
A medida que lees, notarás que los fieles extrañaremos la serie en su totalidad, porque fue un fenómeno cultural que nadie vio venir. Imagínate que firmas de la talla de Banana Republic y Tommy Hilfiger crearon colecciones inspiradas en Mad Men. ¡Si hasta Mattel inmortalizó a cuatro personajes en Barbie y Ken!
Tal es fue su influencia que te tengo un dato fashionista. Busca en Google "vestir como Mad Men" y, enseguida, te aparecerán 132.000 resultados. Si eso no es trascendental ¿qué lo es?
Sabiendo que no volveremos a escuchar esos diálogos exquisitos, esos silencios magníficos y esas conversaciones telefónicas que terminaban con un estudiado "adiós", ahora nosotros tenemos que decir adiós a: Don Draper, Sally Draper. Betty Draper, Joan Holloway y tantos otros. Gracias por haber existido y, por sobre todo, gracias por lo la belleza incondicional que por siete años nos dieron y que hoy, son buenos recuerdos.
Andrea Moreno