Los medios nos han convencido de que la cerveza es buena. Cuenta con un sinfín de propiedades beneficiosas, entre las que se encuentran: prevención de cánceres y diabetes, morada el colesterol malo y retarda el envejecimiento. Y, aunque nos gustaría de que todos esto sea cierto, la verdad es que la primera gran consecuencia que vemos es la panza gigante que nos sale luego de beber litros de cerveza.
Si te cansaste de ingerir esta bebida, por culpa del estómago que no deja de crecer te felicitamos porque ya diste el primer paso. Sin embargo, lo que viene a continuación es lo más complicado. Eliminar de raíz todo rastro que hayan dejado esos ricos vasos alcohol. ¿Es posible? Claro que si y aquí te decimos cómo.
1. Come cinco veces al día
Lo malo de saltarse comidas es que la insulina de tu organismo se dispara y esto hará que subas de peso. No dejes descansar tu estómago y come cada tres horas.
2. Prefiere alimentos bajos en índice glucémico
Son ricas las papas fritas, pero están prohibidas. Mantendrás tus niveles de insulina equilibrados y esto hará que no acumules grasa. Las frutas y verduras son ideales para conseguir lo anterior.
3. Duerme lo que necesites
Recuerda que no dormir altera los patrones del apetito.
4. Haz deportes
Nada es mágico. Combina ejercicios aeróbicos y anaeróbicos y tu metabolismo va a estar activo todo el día, quemando calorías ¡las 24 horas!
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